miércoles, 17 de abril de 2013

Concubina



Los martes de mayo, por lo general, las concubinas cuando se levantan pisan las medias que quedaron enrolladas en el piso por haber sido sacadas a los apurones en la mitad de la noche. Lo que pasa es que un ataque de calor las desprendió pie a pie.

Apresuradas saltan de la cama porque el concubino no tiene ánimos de despertar a la vida de martes. Ellas los apuran, desde la cocina, cuando ya es casi la hora. Ellos prefieren los viernes, entonces las miran dormirse entre los pliegues de su axila izquierda. Les gusta despertarlas para hacerles el amor y empezar así el día juntos.

Una vez arriba, los martes de mayo, las concubinas van al baño, se lavan lo dientes antes de desayunar. Después, cuando muerden la tostada, suelen sufrir el atasco de alguna que otra miga entre los dientes.

Prenden la tele para ver la temperatura, el gato entra a la habitación y se relame justo al lado del pañuelo colorado, ella se apresura a levantarlo, pero cuando el felino lo ve, quiere alcanzarlo. Y ya más de un vez se le enganchó una uña. Se ponen musculosas debajo de la polera y vedetinas, porque se les amoldan bien al cuerpo. También pueden llegar a usar calzas. Se miran en el espejo, para ultimar detalles. Y los ojos brillan un poco más que de costumbre.

Pero ojo, si alguna concubina, los martes de mayo, difiere en estas actividades, por favor, hágalo saber o soluciónelo.


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botellas girando en un barril